Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Tulane ha descubierto una vía molecular previamente desconocida que podría ser fundamental para detener el cáncer de pulmón a través de una proteína clave en su propagación.
El cáncer de pulmón es uno de los más comunes y supone la principal causa de muertes relacionadas con el cáncer en el mundo. Ahora, investigadores de la Universidad de Tulane han descubierto una vía molecular desconocida hasta ahora que podría ser clave para detener el cáncer de pulmón.
Detener el cáncer de pulmón
El estudio llevado a cabo en ratones demuestra que una conocida proteína supresora de tumores llamada RBM10 puede inhibir el crecimiento del cáncer de pulmón al suprimir la función de c-Myc, una proteína que impulsa el crecimiento y la proliferación de las células cancerosas cuando se sobreexpresa.
Sus hallazgos se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences en un artículo titulado «La proteína 10 con motivo de unión a ARN inactiva c-Myc al asociarse con las proteínas ribosomales uL18 y uL5». Estos hallazgos son los primeros en identificar una relación inhibidora del cáncer entre las proteínas.
«Descubrimos que RBM10 puede apuntar directamente a c-Myc para su degradación y reducir sus efectos cancerígenos al unirse con RPL5 y RPL11″, afirma Hua Lu, autor principal del estudio. “Sabemos mucho sobre el cáncer, pero las moléculas implicadas siguen siendo una caja negra. Poco a poco vamos comprendiendo mejor”.
c-Myc desempeña un papel habitual en este proceso de producción de proteínas (y en el crecimiento celular en general) y los humanos no podrían vivir sin él. En ocasiones, este proceso se ve interrumpido. Cuando el cáncer comienza a formarse, utiliza c-Myc para continuar la producción, permitiendo que estas «piezas de repuesto» se acumulen y formen tumores. RBM10, con la ayuda de RPL5 y RPL11, puede desestabilizar c-Myc y detener el crecimiento tumoral.
Suprimir las células cancerosas, La investigación también descubrió que una forma mutante de RBM10 que a menudo se encuentra en los cánceres de pulmón pierde la capacidad de suprimir c-Myc, no se une a las proteínas ribosómicas RPL5 y RPL11 y, finalmente, promueve el crecimiento tumoral en lugar de suprimirlo.
«RBM10 es una proteína importante que puede suprimir las células cancerosas, pero cuando un cáncer quiere desarrollarse, mutará RBM10 y bloqueará esa función», dijo Lu. Espera seguir estudiando cómo funciona el mutante RBM10 con la esperanza de desarrollar un fármaco anticancerígeno para atacarlo.
«Con suerte, podremos diseñar una molécula que se dirija específicamente al mutante, ya que se trata de una estructura especial que no existe en el tejido normal», indicó Lu. «Si podemos convertir este mutante, con suerte podremos lograr que suprima la actividad cancerígena de c-Myc«.
Fuente | Tulane University